Si, si… ¡llegó el Deporte! Porque la Interned es malvada y un poco avivada, abrimos esta sección en la que aprovecharemos para hacer algunos comentarios sobre este mundo de fanatismo y pasión casi absurda… porque ahí los ves, atletas profesionales superentrenados sobre los cuales se monta un espectáculo rodeado de un publico que, ya sea desde una tribuna o la cómoda silla de su casa frente a la TV, los admira, los aplaude y se maravilla con ellos; o los odia y los putea a mas no poder.

Pero bueno, fenómeno social a fin de cuentas, el deporte nos ayuda para arrancar con alegría la semana (o para arruinarla desde un comienzo), para relacionarnos con otros seres humanos y fundirnos en una perfecta comunión expresada con la simpleza de un comentario como: “¿viste que golazo hizo Messi?” o “este Nadal me tiene podrido de ganar, ¿nunca se va a lesionar?”

Así que vamos a nuestro tema específico: Jugadas 9 fechas del torneo Clausura de fútbol tenemos a dos equipos, uno se ubica puntero y el otro decimosexto. Uno perdió un partido, el otro ya perdió cinco. Uno arrancó pensando en sacarse de encima la promoción, el otro en pelear el torneo. Pero al final hoy los resultados son exactamente opuestos… y si, estamos hablando de Boca y River, o River y Boca.
Extraña actualidad la de los dos equipos más grandes del país. Quienes no cruzamos la barrera de los 30 crecimos con el predominio de ellos: River gano todo en los `90 y Boca fue una maquina a partir del ´98.

Pero en los últimos años el torneo se emparejó y son otros los equipos que se acostumbraron a estar siempre arriba (Estudiantes y Vélez), y algunos se dieron el gusto de ganar un torneo por primera vez (Lanus, Banfield) o después de muchísimo tiempo (Argentinos Juniors).

Pero en cada inicio de torneo la ilusión se renace y Boca, aún sin contar con su mejor jugador (J. R. Riquelme), ni con su fichaje estrella (Walter Erviti), parecía armar una base sólida, terminando invicto sus partidos del verano.

River alternó buenas y malas, contrató apenas un jugador suplente y se enfocó en la otra tabla que lo tenía mal, la del descenso. Hoy, con medio torneo a cuestas, River es sorpresivo puntero y Boca se ahoga en un mar de incertidumbres. ¿Que fue lo que pasó? Destacaré algunos puntos que aclaren este panorama:

El mensaje

Pareciera que las expectativas jugaron distinto en cada uno. En River la premisa de “salir de la Promoción” les vino bárbaro, bajando las expectativas de sus hinchas y de la prensa. Así, contrario a su historia, se dedicó a armar un equipo defensivamente sólido y amarrete en ofensiva. Y ante cada partido poco convincente la idea generalizada era “y bueno, hay que sumar para salir de la Promoción”, indicando además que los recursos no sobraban. Boca por su parte, además de su envión veraniego, puso unos buenos billetes para contratar a uno de los mejores jugadores locales y recuperó físicamente nada menos que a su emblema y número 10. “Con esta base, mas ellos dos, seguro pelea arriba” fue la idea generalizada en el ambiente futbolero. Presión a full de todos lados (dirigencia, hinchas, periodismo), especial para empezar a minar el campo.

Los referentes

El presente de los jugadores líderes de Boca y River es muy contrastante. En Boca todos se preocupan porque Palermo aún no metió un gol, porque Riquelme es un distinto pero físicamente limitado, y encima se les lesionó el otrora patrón del medio, Battaglia. River en cambio arrancó el año con una jugada que le salió redonda: prescindió de Ortega y sus problemas y lo mando a jugar a All Boys. Hoy los diarios se preguntan que pasa con el Burrito, pero ese ya no es tema de los millonarios, ya que de River los medios solo mencionan la entrega y el nivel de un Almeyda con 38 años y llenan de elogios a Carrizo, “el arquero que todos quieren en la Selección”.

Los cambios de jugadores y esquema táctico

Ambos equipos tienen técnicos que se preocupan por defender mucho y arriesgar poco (algo general en el futbol de hoy), sin embargo varían respecto a los esquemas y sus jugadores. A Juan José López los buenos resultados de River le permitieron mantener el esquema y los mismos intérpretes. Tiene un bajísimo promedio de un gol por partido, pero el saldo es positivo ya que solo pudieron marcarle cuatro goles en nueve fechas. Falcioni en cambio probó de todo: cambió el arquero, arrancó con cuatro defensores, luego cambió a tres y dos carrileros por los costados, utilizó volantes por las bandas, luego los saco y puso tres creativos (Erviti, Chávez y Riquelme), prescindió de Román, luego lo puso de titular indiscutido, probó con dos delanteros, luego usó uno solo, ahora parece que jugará con enganche y dos de punta… Nada le funcionó del todo bien.

Columna vertebral:

Si bien parece parte de esos dichos vacíos y baratos del futbol, tener una base es importantísimo (¿no Bambino?). River, sin ser un orgasmo futbolístico, tiene un gran arquero, tres centrales firmes, dos volantes centrales que pelean todas y arriba una mezcla de pibes discontinuos pero talentosos (Lamela, Buonnanote y Lanzini) con un toro como Pavone, que se lleva a todos por delante y mete goles importantes.

Boca lo contrario: desde hace dos años viene probando arqueros sin resultados, contrato a tres buenos centrales, pero que después de un año no se han acoplado, el medio esta poblado de interrogantes y arriba lo dicho: Riquelme y el Titán son jugadores con una carrera increíble, pero ya están en el final de ellas. Y para colmo arrastra una racha de jugadores con lesiones que tampoco ayuda…

Todo muy lindo (o muy feo), pero el futbol varía permanentemente. Quizás es como dicen los pragmáticos de que “en el futbol solo mandan los resultados”. El Xeneixe gana dos partidos, River pierde la punta y se da vuelta la taba. Así es el futbol (o su periodismo), ¿“dinámica de lo impensado”? Puede ser, pero solo en un partido (no en todo lo que sucede en un club). Y ya que estamos con el gran Dante Panzeri, por esta vez hagámosle caso y cuando miremos un partido, pensemos un poco menos y disfrutemos un poco más…

Mis saludos para todo los que participan en 3v1l, ya sea escribiendo, leyendo o las dos cosas. Espero haya sido de su agrado mi primer nota. Y sino, que se le va a hacer… ¡Adiós!