Porque lo prometido es deuda, 3v1l asistió a una función de “Y donde está el mafioso?” en el teatro Holyday en Villa Carlos Paz. La obra es una idea original de Florencia de la V, quien también actuó en el rol protagónico y la produjo. Además participan del elenco: Emilio Disi, Rocio Marengo, Alejandro “Huevo” Muller, Pasta Dioguardi, Mariana “La Niña Loly” Antoniale, Gabriela Mandato y Santiago Almeyda.

Como es de esperarse el guión de la obra es inexistente. Por lo único que se sostienen 8 personas en el escenario son por la cantidad de chistes que se hacen por fuera de guión. Las peleas del verano, los furcios y olvidadas de letra y el contacto con el público son por lo que los espectadores pagan como mínimo $90.
Desde el inicio, Flor entra en escena hablándole directamente a la gente pidiéndole que aplaudan todos los chistes, Disi tiene pasos de comedia escritos por Buster Keaton en la fundación del cine de Hollywood, Huevo tiene el afecto de las señoras grandes ganado de por si y Marengo hace lo que sabe hacer mejor: nada. La contrataron para que se olvide la letra y sobreactúe en todas las funciones. La única que sorprende (mínimamente) es la Mandato. Uno no espera nada de ella… bah.. si.. que este en bolas, lo cual cumple. Pero por lo menos es creible a la hora de decir las cuatro líneas que le tocan. Eso si… su personaje es “la stripper”.

Esto también resulta llamativo en el programa: excepto Flor y Disi, ningún personaje tiene nombre. Son “el modelo”, “la testigo”, “la novia”. y supongo que está perfecto ya que la historia es totalmente anecdótica. La escenografía está prolija, el vestuario (de ella sobre todo) está muy bien elegido y si es realmente destacable la fotografía utilizada para marquesina, publicidad y programa. Poco hay para agregar cuando uno dice que fue hecho por Machado-Cicala.

A esta altura del post ya se están preguntando ¿porque está piba fue a ver esta porquería?. Desde ya les digo que el resto de las producciones que estaban en la Villa prometían lo mismo o menos. Por lo tanto la elección no fue por una preferencia artística.

La respuesta de hecho es bastante simple: soy fan de Florencia de la V. Me gusta su humor barato y chabacano. Pero también me gusta el personaje que es, y honestamente quería ver más de lo mismo. ¿y porqué? Porque considero que se distingue de la mayoría de los personajes mediaticos que circulan por la tele. Es uno de las pocas que tienen una identidad definida. Y con esto no me refiero al documento. Hace más de diez años que está en los medios y siempre vendió lo mismo. Se fue puliendo es verdad, pero siempre por el mismo sendero.

En este punto necesito hacer una aclaración antes de que continuen con la lectura: cuando yo veo a Florencia de la V en la tele veo a una mujer, no un travesti. Veo mucha más femineidad que en muchas otras mujeres (vedetongas o no). Es una persona que supo construirse a si misma, con las cosas buenas y malas, y pocos muestran eso hoy.

Y probablemente sea por eso que no solo yo sea “fan” de ella. Florencia de la V es una de las pocas que participa activamente en el mundo de la moda. Ella siendo hombre y “grasa” logró entrar en un mundo (o mejor dicho: universo paralelo) con reglas muy estrictas, casi nazi por momentos. Y no solo logró entrar, sino también ser querida, lo cual ya son palabras mayores entre los diseñadores que la elijen. Que Machado-Cicala le hiciera las fotos, no es solo que fue y puso la plata. Que varios pseudo celebrities fashion fueran al cumpleaños no significa solamente que se murieran por salir en La Pronto. Este grasa, armó a una mujer desde la estética y la ética. Se corrío del trava marginal que le da de comer a los medios, para ser una mujer empresaria con un gran sentido del buen gusto y elegancia. Lo que muchas dentro de los medios quieren y no pueden, ella pareciera tenerlo como un don natural.

Por esto decía la importancia de su identidad: porque es una mina graciosa, que no te vende su vida sexual, sino su vida familiar. Que no agita la bandera y el discurso gay porque si, sino los derechos de cualquier ser humano. No vende culo y tetas, sino un ideal de belleza femenina, aún con las limitaciones masculinas. Vende trabajo, sacrificio, ambición y huevos, por más cínico que parezca. Y encima siempre tiene el pelo y el maquillaje perfecto.

Puede ser que lo que tenga para ofrecer como artísta les parezca mediocre. Pero cuando miro la tele y veo  a un personaje con rasgos humanos, que no se desdibuja y que desafía al espectador a redefinir sus conceptos de lo femenino, es cuando creo que dentro de lo popular se pueden empezar a pensar cuestiones más grandes.