Hay algunas películas que nunca terminan, y que aun cuando el rollo se acabe, la pantalla se apague o el cine concluya la función, la realidad creada sigue flotando en la atmósfera. Como un espectro hermoso, e incomprensible, imposible de eliminar de la memoria.
En estas ocasiones, la película sigue rodando y nunca cesa, las ideas jamás se terminan de procesar u olvidar. La extraña magia de la que esta hecha se vuelve tan real que parece habernos sucedido a nosotros, como si no fuese otra cosa que un recuerdo de nuestra propia vida.
Aun cuando sabemos que no es así, no podemos convencernos en ningún momento durante las horas sentadas frente a la fría pantalla que aquel mundo al que nos transporta es solo imaginario y nada de lo que sucede en el es real.
Esta es una de esas creaciones que nos sumergen en una realidad de la cual solo tenemos retazos y comprendemos a medias, desde un punto de vista distante de los personajes, aun cuando sus sensaciones se trasfieren a las nuestras como si estuvieran al lado nuestro o quizás si por unos instantes intercambiásemos roles y ellos fueran, quienes nos miran a nosotros llorar, sentados en un cómodo sillón reclinable de cine, o en un oscuro piso en una madrugada solitaria.
El curioso caso de Benjamín Button es una historia creada para la muerte. Podría ser una leyenda de un pequeño pueblo perdido o quizás un mito de lejanos orígenes en el amanecer del mundo. Pero en este siglo y de manera extraña se presenta a nosotros como una idea original y fantástica.
Una idea que, viendo el trailer o escuchando un comentario de boca de un amigo suena ingeniosa y quizás, para algunos que hayan leído un poco aquí y allá, algo conocida. Pero no es ni una cosa ni la otra. Es lo que Terry Pratchett podría definir como el octavo hijo del octavo hijo de una película fantástica. Una fuente y un canal de magia que no puede evitar contagiar y nutrir a todos los que se atreven a mirarlo.
Semeja a esos cuadros que pueden congelarnos durante horas o a aquellas esculturas que pueden quitarnos el aliento aun siendo del más frío mármol, o esas piezas musicales y melodías que parecieran cortarnos la respiración y dejarnos morir para luego resucitarnos con su magnificencia.
Es un aroma de la infancia y un lugar conocido, una cara difícil de reconocer y unos ojos diferentes en el espejo, es todo aquello que una vez nos hizo detenernos y cerrar los ojos para crear una reproducción del momento que nuestra mente quiere recordar para siempre.
No me gusta la muerte, no me satisfacen sus frutos ni el dolor que la rodea. Quizás por eso algunas lágrimas hayan rodado por mis mejillas, confundiendo la realidad con la ficción, recordándome cosas que debieran permanecer ocultas y revelando sentimientos que pretenden no estar allí.
Mi noche no iba a ser muy diferente de tantas otras cuando decidí ver la película durante mi cena. A diferencia de otras veces, me encontraba en el comedor sola, todos durmiendo en mi hogar. Intente terminar mi plato pero nada en mi cuerpo pedía realmente comida, sentía la extraña necesidad de prestarle un poco de atención a aquellas imágenes en la pantallas que comenzaban a tomar sentido.
Guarde la comida en la heladera y me resigne a compartir unos momentos silenciosos en la oscuridad con una película que no sabía que me causaría realmente. Quizás de haber estado sola en mi silla me hubiera sido mas fácil encerrarme en el faro de metal que tengo por corazón, y este comentario seria diferente.
Pero alguna mariposa debe haberse posado en la nariz de un cachorro de lobo, o quizás un reloj se detuvo 5 minutos antes del momento mas importante de la vida de quien lo llevaba, o porqué no, unas manos que escribían en la noche se quedaron quietas y una niña decidió que no era tiempo todavía de dormir.
Si tuviera que premiar esta película con una cantidad limitada de Gronds colocaría un Grond en el primer casillero de una tabla de ajedrez y doblaría su cantidad hasta completar todo el tablero. Si ya conocen la historia, comprenden cual es mi calificación y cual mi recomendación, si no, dedúzcanlo, calculadora al lado para las mentes poco ágiles.
Así como en el cine, y guiada por una música suave y penetrante quede hipnotizada viendo los créditos pasar hasta que no hubo nada mas que ver. En mi juego usual de apellidos encontré los siguientes:
- Balkom
- Strange
- Wisdom
- Decrescent
…y por algún motivo me parecieron lo suficientemente interesantes como para mencionarlos.
Es tarde ya, mis ojos están secos y algo en mi cuerpo me pide descanso, Escuchando “Bleeding heart” de Angra (que conozco gracias un mago de la música y particular amigo que suele rondar estos lugares) me dispongo a terminar este comentario, feliz de que existan aun creaciones lo suficientemente bellas como para despertar dulzura de este reloj que tengo en lugar de corazón y que siempre ha funcionado hacia atrás.
me gusto lo que escribiste.
Y agrego: cualquier pelicula donde aparezca aunque sea un paneo de Kate Blanchett, merece ser vista.
Yo vi esta pelicula y esta muy bien elavorada y tambien es muy completa y la recomendaria a cualquiera